Celia Fernández | 4 Marzo 2024
Muchas veces los productos comerciales pueden llevar ingredientes químicos que dañan nuestro pelo o nuestro cuero cabelludo. Por ello, cada vez más personas optamos por buscar alternativas con ingredientes naturales. Y por eso hoy elaboramos este acondicionador o suavizante natural para reparar el cabello dañado o seco, disminuyendo el frizz.
Los ingredientes que lleva aportan propiedades hidratantes, nutritivas, protectoras y reparadoras del cabello.
La combinación del aceite de oliva, de argán y la manteca de karité es un bombazo de hidratación y nutrición capilar. Y por eso, esta combinación es tan usada en tantos productos capilares dentro de la industria cosmética. El problema es que además, suelen llevan otros ingredientes perjudiciales. Nosotros como siempre en todas las recetas intentamos evitar todos los ingredientes perjudiciales y tóxicos, por lo menos de los que seamos conscientes.
Ya hemos elaborado en zanatumente una receta de mascarilla hidratante capilar, pero es diferente a un suavizante. La mascarilla es más densa y nutritiva. Con densa me refiero a la textura y a que lleva mayor porcentaje de aceites, por lo que no es una emulsión tan fluida como el suavizante. Y es que la mascarilla es más para un uso ocasional. Mientras el suavizante podemos usarlo siempre después del champú. Si te interesa la receta de mascarilla hidratante, te dejo aquí el post.
Comenzamos nuestra preparación con la fase acuosa. Aunque no es el total de la fase acuosa ya que también le agregaremos principios activos en frío que tienen contenido acuoso.
Pero la fase acuosa que sí vamos a calentar consta de agua destilada y glicerina vegetal. Siempre le agregamos un poco de glicerina ya que es humectante y retiene la humedad en el producto y posteriormente en nuestro cabello.
Yo he usado agua destilada ya que al ser una fórmula con muchos ingredientes no he querido complicarla más. Pero, si tu quieres puedes usar una infusión o hidrolato que sume propiedades.
Si nuestro cabello esta seco o dañado el aceite de oliva le aportará hidratación y brillo. También sella las puntas abiertas, disminuye el frizz o encrespamiento y aporta fuerza al cabello para que se quiebre menos.
En el cuero cabelludo puede disminuir la irritación o inflamación.
En mi caso usé un macerado u oleato de zanahoria en aceite de oliva, así la zanahoria también le aporta vitaminas reparándolo y regulando el sebo.
Si tienes el cabello demasiado graso puedes sustituirlo por una aceite más ligero como el de almendras dulces que se absorbe más rápido o el de jojoba.
Si quieres aprender a elaborar macerados en aceite u oleatos, te dejo el post por aquí.
Ya sabemos que el aceite de argán es muy top para el pelo, por eso lo añadimos a la fase oleosa de nuestro suavizante.
Este aceite es perfecto para pieles sensible o cuero cabelludo irritado por sus propiedades antiinflamatorias. Además, al ser rico en antioxidantes como la vitamina E y ácidos grasos esenciales protege a nuestro cabello de todas las agresiones externas que le puedan ocasionar. Todo esto hace que se vea un cabello con más fuerza y sin frizz.
Es el ingrediente perfecto para un cabello seco o maltratado. Ya que primero lo nutre e hidrata, gracias a sus vitaminas. Pero también ayuda a prevenir la caída y estimular el crecimiento del pelo, a la vez, que tiene también propiedades antiinflamatorias y antisépticas en el cuero cabelludo.
Le aporta brillo y volumen al cabello, pero disminuyendo el encrespamiento y facilitando el peinado.
Como en toda emulsión requerimos de una sustancia que permita la unión de la fase oleosa y la acuosa. En este caso vamos a usar Olivem 1000 como emulsionante y el alcohol cetílico como co-emulsionante.
La provitamina B5 es genial para el cuidado del cabello y sobre todo para aportar propiedades acondicionadoras. Aporta hidratación, brillo y elasticidad. Permite que se peine mejor el cabello. Además penetra ayudando a la regeneración del folículo.
Voy a usar vitaminas liposomadas A, C y E. Al estar liposomadas se permite una mayor absorción de las vitaminas. La vitamina A evita la desescamación. La vitamina C es antioxidante y favorece la producción de colágeno. La vitamina E nutre y oxigena el cabello y el cuero cabelludo.
Es humectante, hidrata y suaviza la fibra capilar. También contiene vitaminas, zinc o omega-3. Todo esto mejora el aspecto del cabello reforzando las propiedades anteriores, como son disminuir el frizz, propiedades antiinflamatorias y estimula el crecimiento.
Vamos a añadir un porcentaje de este aceite ya que también es rico en antioxidantes como la vitamina E. Así disminuimos la posibilidad de que se oxiden los aceites y la manteca. Y suma propiedades que no viene mal.
Es fundamental en la fase acuosa de nuestras preparaciones. En esta receta usé un conservante certificado como natural, el Leucidal. Aunque hay más tipos puedes usar el que quieras, siempre que tenga acción dentro del rango de pH adecuado para un suavizante capilar.
Puedes escoger el de tu preferencia, siempre que respetes el 1% respecto al total de la elaboración. Yo esta vez en vez de aceite esencial escogí aroma natural de vainilla.
Lo primero es medir el agua destilada de la fase acuosa, y en ella verter la glicerina y disolverla muy bien. Las cantidades de cada ingrediente os la dejo al final del post en la imagen de la receta.
Los líquidos os lo dejo en mililitros.
En otro recipiente diferente preparamos la fase 2. Consta del aceite oliva y de la manteca, junto con los emulsionantes. El aceite de argán lo añadiremos después para no alterar sus propiedades antioxidantes.
Y llevamos el recipiente de la fase 1 y el recipiente de la fase 2 al baño maría a fuego lento hasta que se disuelva la fase 2 por completo, y además ambas fases estén a igual temperatura. Entonces los sacamos del baño maría y vertemos la fase acuosa sobre la oleosa mientras batimos con varillas o con una batidora. Con la batidora será menos trabajoso.
Ahora tenemos que esperar que vaya descendiendo la temperatura de la emulsión e ir batiendo de vez en cuando.
Cuando la mezcla obtenida haya descendido la temperatura bastante por debajo de los 40-35 ºC podemos ir agregando poco a poco los demás ingredientes. Como los principios (vitaminas, extractos), el aceite de argán, el aceite de germen de trigo y el aceite esencial.
Cuando lo mezclemos todo muy bien, medimos el pH. Debe estar entre el 3-5,8 de pH. Para ajustarlo: podemos usar una disolución de ácido láctico o ácido cítrico para bajarlo, o una disolución de bicarbonato sódico para subirlo. Cuando ajustemos el pH, añadimos el conservante y podemos envasarlo.
¡Espero que disfrutes este suavizante! Como te dije, aquí te dejo la receta con las cantidades.