Celia Fernández | 21 Diciembre 2023
¡Hola gente! Estamos en las vísperas de navidad, y qué mejor que una receta navideña pero saludable. Hoy inuguramos nuestra sección de alimentación natural.
Y es que las galletas de jengibre son super típicas en estas fechas y a mi me encantan. Pero odiaba tener que consumir harinas refinadas cuando las hacía. Y de ahí surgió esta nueva receta en la que hemos sustituido esa harina refinada y que no nos hace nada bien.
Como he mencionado en algunos vídeos la alimentación de hoy en día se basa en el consumo de una gran cantidad de azúcares y carbohidratos refinados. Esto implica muchos desajustes en nuestro metabolismo y en los niveles de azúcar en sangre. Que con el tiempo puede producir enfermedades cardiovasculares, diabetes u otros problemas como la obesidad. Y es que además del azúcar refinado que es un veneno que consumimos desde que somos pequeños y hemos aprendido a normalizarlo, ¿qué son los carbohidratos refinados?
Al final la mayoría son cereales refinados que se usan para hacer harinas blancas, pan, cualquier tipo de masa, pasta, arroz blanco, galletas, pasteles, o refrescos, por ejemplo. Y los cereales que compramos para el desayuno, por supuesto.
Esto implica que se absorben muy rápido transformándose y almacenándose en forma de azúcar, y al pasar por estos procesos de refinado tan extremos pierden la mayoría de sus nutrientes. Lo que nos deja una dieta pobre si son el ingrediente principal en nuestras comidas.
Hoy no nos vamos a centrar en la alimentación diaria, pero si te apetecen estas galletitas que están buenísimas, por lo menos no llevan azúcar refinado ni carbohidratos refinados.
Así que vamos ya con los ingredientes. Las cantidades te las dejo abajo del todo en la imagen de la receta.
¡Nuestro ingrediente estrella! Ya que es el sustituto de la harina refinada. Al final, es la pulpa del coco triturada. Con muy pocos carbohidratos (aunque no son refinados) y con gran cantidad de fibra lo que no aumenta el índice glucémico. Además, le damos un leve sabor a coco a nuestras galletas.
Hablando de coco, si quieres conocer 5 usos del aceite de coco, no te pierdas este post.
El único problema que esta harina no se integra igual que las harinas refinadas por lo que la receta requiere más cantidad de mantequilla y aunque os daré las cantidades si véis que le falta por integrarse podéis añadir un poco más. De todas formas si metemos en el frigorífico la masa bastante tiempo se trabajará mucho mejor.
Vamos a usar una mezcla de especias que van a darle un toque super navideño y buenas propiedades. Como la canela, el jengibre, la nuez moscada y el clavo. La canela te recuerdo que la mejor opción es la canela de Ceilán.
Por cierto si quieres conocer todas las propiedades de la Canela y del Clavo, te dejo los posts aquí.
En cuánto a las cantidades de las especias, aunque os las dejo abajo, al final es un poco a gusto de cada uno.
No es una especia como tal, pero también añadiremos sal.
También incorporaremos un poco de bicarbonato sódico. Y de forma opcional podemos agregar una cucharadita de levadura en polvo.
Va a aportar el dulzor en nuestras galletas. Ya que es la mejor alternativa a el azúcar refinado, siendo este más ecológico, natural y sin refinar.
¡Dos básicos de la repostería! El huevo si lo guardas en la nevera, te aconsejo que lo saques con tiempo de la nevera para que no esté tan frío.
Y la mantequilla que sea de buena calidad, sin sal, y no margarina.
Primero vamos a mezclar la harina de coco con la panela y le vamos agregando las especias y aditivos. Es decir, unimos todos los ingredientes secos. Y mucho mejor si vamos tamizando todo. En el caso del clavo, seguramente tendrás que triturar los clavos con un mortero y luego tamizarlo para que quede un polvo más fino.
Ahora vamos a agregarle el huevo y la mantequilla previamente derretida. Y vamos mezclando bien hasta que se integre todo, luego a trabajar con las manos. ¡Siempre limpias! Cuando sea una masa que más o menos se compacte, la guardamos en la nevera durante unas 3 o 4 horas mínimo. Como os he dicho, no se va a integrar igual que si usaramos harina refinada.
Procedemos a sacar la masa de la nevera, y la estiramos con un rodillo hasta que no esté ni muy gruesa ni muy fina. Y usamos cortadores de galletas con la forma que más nos guste. Vamos poniendo las galletas en una bandeja de horno con papel vegetal.
Con el horno precalentado a 180ºC, las metemos unos 10-15 minutos, según el grado de tostadas que las queramos.
Luego las ponemos en una rejilla para que se enfríen y, ¡listas para comer!
Aquí te dejo la receta completa y espero que puedas disfrutar esta receta saludable. ¡Nos vemos en el próximo post!