Celia Fernández | 30 Mayo 2023
Hoy te traigo una super receta de una crema gel con Bakuchiol para piel grasa. Esta receta de cremas caseras es espectacular. Hablaremos de los retinoides y esta alternativa vegetal más inocua, el bakuchiol.
Esta crema estimulan la producción de colágeno natural. Disminuye las manchas y propicia un tono más uniforme. Pero es que además disminuye las arrugas, no solo por el bakuchiol sino por otro ingrediente efecto lifting. Y viene genial en las pieles con tendencia al acné.
Te recuerdo que puedes encontrar todos los ingredientes de esta receta en: https://www.cremas–caseras.es/
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Los retinoides son una familia de principios activos derivados de la vitamina A. La vitamina A también se conoce como retinol, de ahí su nombre. Estos compuestos tienen grandes usos en cosmética, así que vamos a ver sus funciones:
Los retinoides aceleran el proceso de renovación celular en la piel. Esto significa que ayudan a que las capas más superficiales de células se desprendan. Esto contribuyen a la reparación del colágeno y la elastina, que son responsables de mantener nuestra piel firme y con elasticidad. Y si mantenemos nuestra piel firme y elástica, se reducirán los poros abiertos, las arrugas y líneas de expresión. Por lo tanto, mejora mucho la calidad de la piel.
También interrumpen la transferencia de melanina, mejorando la pigmentación de la piel y ayudando a tratar manchas y tono irregular. Los retinoides se utilizan en el tratamiento del acné. Ayudan a destapar los poros y reducir la formación de puntos negros y espinillas.
-Para obtener los mejores resultados sin causar irritación. Lo primero es mejor empezar a usarlo gradualmente para que tu piel adquiera tolerancia. Evita usarlos todos los días al principio. Comienza con 2-3 veces por semana y ve aumentando.
-Los retinoides pueden hacer que la piel sea más susceptible a los daños causados por la radiación ultravioleta. Por lo tanto, siempre usa protector solar durante el día.
-Hay que evitar combinarlo con otros ingredientes potencialmente irritantes, como ácidos exfoliantes.
El bakuchiol es un compuesto natural presente en las hojas y semillas de la planta conocida como Babchi, babachi, bawchi o bemchi. Su nombre científico es Psoralea coryfolia y pertenece a la familia de las leguminosas. Aunque tiene una estructura química diferente al retinol, actúa de forma parecida.
Cómo hemos hablado los retinoides estimulan la producción de colágeno, y el bakuchiol también lo hace y disminuye la degradación de este colágeno. Además, en la piel fotoenvejecida, el bakuchiol mejora la uniformidad del tono al intervenir en la síntesis de melanina. Esto también significa que disminuye la hiperpigmentación o manchas.
Pero lo bueno del bakuchiol en contraste con los retinoides, es que son más aptos para pieles sensibles y propensas a la irritación. Ya que los retinoides a veces pueden no ser bien tolerados por la piel, y pueden producir irritación e incluso descamación. ¡Y no solo eso! El bakuchiol podemos usarlo de día también, lo que le da otro punto positivo como alternativa a los retinoides.
Así que vamos allá con nuestra elaboración.
El aceite de cártamo es rico en ácidos grasos poliinsaturados, aportando gran hidratación y nutrición en la piel. La usamos en esta receta para piel grasa, ya que se absorbe muy rápido y no deja sensación grasa.
Puedes sustituir este aceite por otro si tienes la piel seca o sensible. Por ejemplo, el aceite de albaricoque, almendras dulces, jojoba o caléndula podemos usarlo en piel sensible o seca. Si la tienes normal o mixta, el aceite de cártamo también te puede venir bien.
Es un emulsionante a base de lecitina, aceite de cártamo, alcohol como conservante y vitamina C. Esto lo hace además de ser un simple emulsionante, que mejore la barrera de la piel y restaurando la capa lípidica. Y lo genial es que es un emulsionante líquido que se puede usar tanto en emulsiones en caliente como en frío. El que un emulsionante sea líquido nos suele permitir emulsionar sin tener que disolver ese emulsionante.
Los hidrolatos me encantan. El de lavanda tiene propiedades calmantes, cicatrizantes y desinfectantes. Y por lo visto, combinado con otros ingredientes cosméticos ayuda a que penetren mejor.
El Aloe vera siempre es un ingrediente estrella en todas las elaboraciones, en esta no será menos. Como ya sabemos el aloe es un potente hidratante, cicatrizante y estimula las producción de células y de colágeno y elastina.
La niacinamida es un principio activo muy interesante, y ya tenemos algunas recetas con niacinamida. Te las dejo aquí por si te interesan.
La niacinamida fortalece la barrera cutánea y ayuda a retener la humedad. También disminuye la producción de melanina, lo que ayuda a aclarar la piel y reducir manchas oscuras. Calma la inflamación y el enrojecimiento. Al combinarla con retinol, se obtiene una piel más suave y uniforme, y se disminuyen los posibles efectos secundarios de los retinoides. Aunque en esta receta usamos bakuchiol que ya sabemos que es más seguro y no tendremos problemas.
Nos ayuda a que nuestra crema gelifique y se estabilice, y tenga ese aspecto de crema-gel. Y además tiene una gran capacidad de retención de agua lo que ayudará a la hidratación. También fortalece las fibras de colágeno, obteniéndose con ello un efecto lifting. Mejora la circulación y penetra incluso en las arrugas más pequeñas.
Nuestro protagonista. Como ya hemos hablado de los retinoides y esta alternativa vegetal, ya conocemos sus propiedades en la piel.
La vitamina E protege las células de los radicales libres y disminuye el envejecimiento de la piel.
Tiene propiedades astringentes y antisépticas, lo cual viene muy bien en la piel grasa o con tendencia a acné. Pero también nos viene bien en pieles normales o mixtas. En la piel seca podemos usar un aceite esencial de geranio o de manzanilla azul.
Ayuda a mantener la estabilidad y la vida útil de los productos que elaboramos cuando tienen una fase acuosa. En esta receta usé por primera vez el conservante Dermorganics 1388, formado por componentes de origen vegetal como el anís estrellado, la caña de azúcar, soya/maíz no transgénico y glicerina vegetal. Y también tiene propiedades hidratantes, antiinflamatorias y mejora el acné. Actúa en un pH entre el 4 y el 5,5. Su conservación será aproximadamente de 2 a 3 meses.
La primera fase es la oleosa. Donde pesaremos en un recipiente limpio el aceite de cártamo y la lecitina. Lo mezclamos muy bien y lo reservamos.
Ahora vamos a preparar la fase acuosa en otro recipiente. Con el hidrolato de lavanda y el aloe vera, que primero mezclaremos homogéneamente. Luego en esta fase disolveremos la niacinamida, y una vez disuelta, el alginato. Con el alginato tenemos que tener paciencia y dejar que se hidrate un tiempo. Ya que hasta que no se hidrate por completo no se podrá disolver del todo.
Cuando este todo disuelto, podemos iniciar la emulsión en frío. Simplemente vertemos la fase acuosa sobre la oleosa mientras batimos intensamente hasta que se produzca la emulsión. Con una batidora se facilita el trabajo.
Ya solo queda añadir los activos, aunque se podría añadir antes también ya que no usamos calor en esta preparación. Añadimso el bakuchiol, la vitamina E, el aceite esencial y el conservante. Comprobamos que el pH esté entre el 5 y el 5,5. ¡Y listo! Ya podemos envasar y disfrutar de esta maravilla.
Y aunque sabemos que el bakuchiol es inocuo siempre es importante realizar pruebas de sensibilidad antes de aplicar cualquier producto nuevo en la piel. Espero que disfrutes de esta crema gel que a mi me ha encantado y la verda que se nota bastante mejoría en la apariencia de la piel.