Celia Fernández | 10 Agosto 2023
Originaria del Norte de África. También se le conoce por el nombre de brecina. Los brezos son plantas que crecen abundantemente en las zonas donde se han producido incendios. No sólo eso, sino que aporta nutrientes a la tierra favoreciendo el crecimiento de otras plantas.
Esta planta se encuentra en la familia de las ericáceas. Es un arbusto perenne que requiere humedad.
Sudorífico.
Antiséptico.
Diurético y desintoxicante.
También es astringente.
Despigmentante.
Antiinflamatorio y antioxidante. Gracias a la quercetina.
Se usan las hojas y las puntas o botones florales, que se recogen tras la floración. La floración se da en primavera y otoño.
Para infecciones en las vías urinarias o en la vejiga, además aumenta la cantidad de orina; por ende, también es útil para la cistitis y piedras en el riñón o la vesícula.
Además para problemas de próstata o infección en los órganos reproductores. Todas estas propiedades se deben a la presencia de la arbutina que libera hidroquinona, siendo un compuesto antiséptico del aparato urinario.
Se cree que la quercetina ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y regula los niveles de azúcar en sangre.
Para la gota, la artritis o el reumatismo.
Se utiliza para la diarrea y la inflamación estomacal.
Con sus flores se elabora una miel muy especial.
También se pueden hacer ungüentos para la piel o las articulaciones.
Aclara la piel, disminuye la inflamación o irritación y en casos de piel rosácea.
Para picaduras de insectos.
Con las raíces se elaboran pipas para fumar y la madera se usa para producir carbón vegetal.
El brezo de roca (Erica terminalis) se le pueden atribuir las mismas propiedades que el brezo común o la brecina.
Aunque no hay estudios, se aconseja evitar en embarazo, lactancia y niños. En gran cantidad las hidroquinonas pueden ser tóxicas. Pero sólo ocurre cuando se usa mucho tiempo o en cantidades excesivas.
Evitar totalmente en caso de insuficiencia cardíaca, renal o hepática.
Un comentario