
Celia Fernández | 18 Marzo 2024
El agua micelar se ha convertido en un básico en la rutina de belleza de muchas personas. Su capacidad para limpiar la piel de manera eficaz sin causar irritación la hace ideal para todo tipo de cutis. Pero, ¿por qué no llevarlo un paso más allá y crear tu propia agua micelar natural? En esta entrada, te guiaré a través de una receta sencilla y efectiva para que puedas mimar tu piel con ingredientes naturales. ¡Empecemos!
El agua micelar es un producto de belleza versátil y suave que elimina eficazmente el maquillaje, la suciedad y las impurezas de la piel sin causar irritación. Sus micelas actúan como imanes para atrapar y disolver la suciedad sin necesidad de enjuagar.
Si deseamos agregar un toque aromático y beneficios adicionales a nuestra agua micelar natural, podemos usar hidrolatos de flores y aceites esenciales.
Con los ingredientes de esta receta además de limpiarnos la piel va a aportarnos hidratación y suavidad, con propiedades antioxidantes, antiimflamatorias y calmantes.
Hemos elaborado ya un limpiador facial de avena y pepino que si te interesa te lo dejo por aquí.
Cómo hemos mencionado al sustituir el agua destilada por hidrolatos agregamos propiedades adicionales que nos pueden venir muy bien. Por ejemplo, yo incorporé hidrolato de caléndula que tiene propiedades calmantes, antiinflamatorias y regeneradoras. Suaviza la piel, promoviendo la cicatrización y alivia irritaciones.
Para poder hacer tus propios hidrolatos en casa tenemos dos elaboraciones. Una es con un equipo de laboratorio barato y otra con un alambique. Aquí te las dejo.
Y os preguntaréis, ¿sulfatado? Claro, lo normal es usar el aceite de ricino común. Pero en esta versión tenemos un producto más natural que otros solubilizantes sintéticos. Y queremos un solubilizante para poder mezclar una pequeña cantidad de aceite y aceites esenciales en una base acuosa.
Además este aceite tiene propiedades emolientes aportando suavidad y nutrición.
Lo ideal sería añadirlo en el agua micelar en un proporción de 2 a 5 %, en esta receta lo añadiremos en un 4%.
Cómo en la mayoría de mis preparaciones con fase acuosa, añadimos una pequeña proporción de glicerina para aportar propiedades humectantes e hidratantes.
Va a ser el aceite vegetal de nuestra elaboración, aunque lo añadiremos en pequeña cantidad. Abajo en la receta tienes las cantidades de cada ingrediente.
Es un aceite muy ligero que no obstruye los poros, nutritivo y rico en antioxidantes y ácidos grasos.
Con este aceite ya hemos elaborado un sérum facial y antiarrugas con vitamina C, lo tienes por aquí.
Si tienes la piel muy sensible siempre puedes evitar los aceites esenciales o añadirlo en menor cantidad.
El aceite esencial de lavanda es calmante, antiséptico y relajante. Además de aportar un aroma suave, ayuda a equilibrar la piel.
En esta receta usé un tensioactivo líquido derivado de ingredientes naturales, el decyl glucoside. Es un tensioactivo no iónico, suave y limpia sin irritar o resecar la piel. Es genial para pieles sensibles.
Por un lado necesitamos un conservante hidrosoluble natural o con certificación natural, además añadirlo en una proporción relativamente alta (3%) ya que nuestro preparado es prácticamente fase acuosa. Yo suelo usar el conservante Leucidal que actúa en un amplio espectro de pH. Pero en esta receta en concreto usé Sharomix 705.
Y para ajustar el pH que probablemente este alto o alcalino debido al tensioactivo, necesitaremos ácido láctico o ácido cítrico. Y medidores o tiras de pH para comprobar el pH.
Mezclamos el hidrolato de tu elección o agua destilada si no tienes, con la glicerina vegetal. Una vez que se vuelva transparente de nuevo la mezcla podemos agregar los demás ingredientes.
Como el aceite de ricino sulfatado, el aceite de pepita de uva y el aceite esencial.
Luego le agregamos el tensioactivo natural y mezclamos todo muy bien.
Ahora nos toca medir el pH. Puedes hacerlo de forma super fácil con las tiras reactivas de pH o con un medidor de pH. Lo indicado es que ronde el pH de la piel que es aproximadamente 5,5. Si la elaboración tiene un pH alto o esta muy alcalino podemos bajar el pH o acidificarlo con una disolución de ácido láctico o ácido cítrico.
Y una vez tengamos el pH correcto podemos envasarlo y ya tendríamos nuestra agua micelar natural y casera. ¡Acuérdate de moverla antes de usarla! Y la duración de esta elaboración si lo conservamos adecuadamente puede ser entre los 3 o 4 meses.
¡Ya puedes disfrutar de tu agua micelar natural! Ahora tienes una fórmula personalizada y natural para cuidar tu piel. Úsala para desmaquillarte, limpiar tu rostro o refrescar la piel durante el día. ¡Tu piel te lo agradecerá! Aquí te dejo las cantidades para esta receta.