
Celia Fernández | 20 Enero 2025
El aceite de moringa es conocido por sus propiedades nutritivas y fortalecedoras para el cabello. Infusionarlo con otros aceites vegetales puede potenciar sus beneficios y crear una mezcla perfecta para el cuidado capilar. A continuación, te explico cómo hacerlo. Y próximamente el día 30 veremos cómo usarlo en una receta que podréis ver en mi cuenta de Patreon.
Y quédate hasta el final para saber como usar este aceite infusionado y para conocer qué ingredientes escoger mejor según tu tipo de cabello.
Para hacer un oleomacerado de moringa en polvo, generalmente se recomienda usar una proporción de 1:10. Esto significa que por cada parte de moringa en polvo, debes usar diez partes de aceite. Aquí tienes un ejemplo de cómo hacerlo:
-10 gramos de moringa en polvo.
-100 ml de aceite.
Yo elaboré 250 ml de aceite por lo que usé 25 gramos de moringa. Aunque al final tenéis la receta con las cantidades, como siempre.
Otro aceite infusionado que ya tenemos su elaboración en el canal hace bastante tiempo y que sé que os encanta es el aceite de aloe vera, si quieres verlo te dejo el enlace aquí.
Y otro aceite capilar que ya elaboramos en el canal, es una receta más sencilla sin infusionar. Te la dejo aquí.
Polvo de moringa u hojas de moringa secas. Es rica en vitamina C y E, ayuda a fortalecer el cabello desde la raíz, promoviendo un crecimiento saludable y reduciendo la caída. Además, sus propiedades antioxidantes protegen el cabello de los daños causados por los radicales libres y el estrés ambiental. Aporta una gran cantidad de nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y aminoácidos.
Es rico en vitamina E, proteínas y ácidos grasos, que ayudan a reparar el cabello dañado y a prevenir la rotura. También suaviza el cabello, dejándolo más manejable y brillante.
Hidratante. Conocido por sus propiedades emolientes y acondicionadoras. Contiene antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados que ayudan a nutrir y fortalecer el cabello. Además, el aceite de oliva tiene propiedades antiinflamatorias que pueden calmar el cuero cabelludo y reducir la irritación, promoviendo un ambiente saludable para el crecimiento del cabello.
Con capacidad para penetrar profundamente en el cabello y proporcionar una hidratación intensa. Es rico en ácidos grasos de cadena media, como el ácido láurico, que ayudan a fortalecer el cabello y a prevenir la pérdida de proteínas. Además, el aceite de coco tiene propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a mantener el cuero cabelludo limpio y saludable.
Nutritivo con antioxidantes, ácidos grasos y vitamina E. Repara el cabello dañado, reduce el frizz y mejora la elasticidad del cabello. Protección natural contra los daños por calor y productos químicos.
Es recomendable añadir este aceite después de la fase de calor para no alterar sus propiedades. Otros aceites que podemos añadirle despues de infusionar la moringa pueden ser el aceite de ricino o aceite de jojoba.
La vitamina E nos ayudará a conservar y evitar que se oxiden todos nuestros aceites. Además nos aporta también propiedades antioxidantes en el cabello.
Primero tenemos que elaborar la mezcla de aceites. En un recipiente limpio añadimos el aceite de coco, de almendras y de oliva. Recuerda que tienes que añadir 10 partes de aceite por cada parte de moringa, aproximadamente. Podemos hacer más enriquecido nuestro aceite pero es cuestión de gustos. Una vez mezclado los aceites, pesamos en otro recipiente la moringa y añadimos los aceites.
Llevamos este recipiente al fuego, lo ideal es al baño maría para que se vaya calentando poco a poco a fuego suave. Esto permitirá que la moringa vaya liberando lentamente sus componentes en el aceite, sin freírlo claro está. Es importante que el agua esté baja para que no entre dentro del recipiente donde tenemos el aceite. Y ahora tenemos que dejar reposar, moviendo de vez en cuando para propiciar esa liberación de los componentes, durante 1 o 2 horas. Con un termómetro controlamos que la temperatura no suba demasiado. Yo intenté que no subiera de 65 grados aprox. Este tipo de maceración también se puede hacer perfectamente en frío en un recipiente hermético, dejándolo 40 días sin abrir.
Pasado este tiempo, podemos retirar del fuego y dejar que el aceite se enfríe para poder colarlo y separar la materia vegetal del aceite liquido. Podemos colarlo un par de veces para que tenga menos impurezas.
Una vez colado podemos añadirle otros aceites que no queríamos añadir durante la fase de calor, además de la vitamina E. También puedes agregar algún aceite esencial de tu preferencia para aportarle propiedades extras o para darle aroma. Yo no le voy a añadir ya que lo voy a usar en otra elaboración que posteriormente le añadiré aceite esencial.
Una vez terminada nuestra mezcla podemos envasar en un recipiente limpio y que se pueda cerrar para conservarlo mejor. Recuerda etiquetarlo para no confundirte con otros macerados.
Tratamiento Prelavado: Aplica el aceite en el cuero cabelludo y el cabello seco antes de lavarlo para estimular la circulación y deja actuar. Luego lava tu cabello como de costumbre.
Acondicionador Profundo: Después de lavar tu cabello, aplica una pequeña cantidad de aceite en las puntas y el largo del cabello. Deja actuar y enjuaga bien con agua tibia.
Sérum para el Cabello: Una pequeña cantidad de aceite en las puntas del cabello seco o húmedo para controlar el frizz y añadir brillo. Evita aplicar mucha cantidad o en raíces para que no quede grasoso.
Protector Térmico: Aplica una pequeña cantidad de aceite en el cabello antes de usar herramientas de calor como secadores o planchas.
O como ingrediente en otras elaboraciones cosméticas para el cabello.
Para Cabello Seco: El aceite de Argán que hidrata y repara el cabello dañado. Y el aceite de coco, penetra profundamente en el cabello, proporcionando hidratación intensa.
Para Cabello Graso: El aceite de Jojoba ayuda a equilibrar la producción de sebo. Y el aceite de Árbol de Té tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que ayudan a mantener el cuero cabelludo limpio.
Para Cabello Normal: Aceite de Almendras, hidrata y suaviza sin dejar una sensación grasosa. Y el aceite de Oliva, mantiene el equilibrio de hidratación y fortalece el cabello.