
Celia Fernández | 6 Julio 2023
¡Bienvenidos a zanatumente!
Hoy vamos a preparar una miel de diente de león, podéis llamarla miel vegana o simplemente jarabe de diente de león. Aunque, realmente no es miel pero se le llama así. Ya que cuando se dice que una miel es de tal flor, significa que procede de la producción de miel por abejas melíferas que polinizan y usan el polen de esas flores en concreto. Pero la receta que os voy a dar pues la hacemos nostros y no las abejas obviamente, por eso se le dice comúnmente “miel vegana”. Pero para ser totalmente correctos esta receta sería un jarabe de diente de león.
Pero lo importante es conocer las propiedades de esta planta para saber si nos interesa tomarla. Además lo bueno de el diente de león es que crece casi por todos lados y florece casi todo el año, excepto en el período más frío. Vamos a enumerar las propiedades del jarabe de la flor de esta planta (ya que esta parte es la que vamos a usar).
Sabiendo todo esto si tenemos alguna patología que puede mejorar el diente de león, es una buena opción. Aunque no tengamos, nos viene bien tomarla como desintoxicante ocasional. Lo único que si tenemos problemas de azúcar, pues quizás en forma de jarabe no sería la forma más idónea de tomarlo. Podríamos optar a tomar la cruda en ensaladas o el jugo de la planta, en infusión, …
Yo en mi caso he optado por hacer este maravilloso jarabe ya que esta planta tiene un característico sabor amargo, y de esta manera podemos tomarla si no nos encanta su sabor. ¡Y así está buenisíma!
Podemos empezar a tomar una o dos cucharadas de este jarabe al día (depende de lo concentrado que lo hagamos). Pero no solo lo podemos tomarlo así, ya que podemos incorporarlo en nuestro café o infusión, en yogures, batidos, para hacer postres caseros,…
Pero bueno vamos a empezar la receta. Lo primero es recoger flores de diente de león. Si tienes la misma suerte que yo, tu jardín estará lleno de estas florecitas. Si las recoges fuera recuerda que siempre sea un área natural.
Una vez recolectadas, tenemos que lavarlas muy bien para que no queden restos de tierra o insectos. En cuánto a cantidad de flores, si añadimos más será un jarabe más concentrado que tendremos que tomar menos. Yo digamos que añadi un poco menos de una taza de flores. Las ponemos en una olla y añadimos una taza de agua hirviendo, para realizar una infusión. La dejamos tapada unos 10 minutos. Si te sobra de esta infusión, usála en la piel es antiinflamatoria y mejora los problemas de esta. Si no puedes añadirle un poco más de agua para darle este doble uso.
Una vez tengamos la infusión filtrada, vamos por nuestro segundo ingrediente. Va a ser el que nos de el aspecto y propiedades de una miel o jarabe, además de endulzar. Yo usé panela o azúcar de caña integral sin refinar, aunque también podéis usar una miel de calidad. Lo que sí, porfavor no uséis azúcar refinada, yo la dejé hace años y es lo mejor que he hecho.
En el caso de la panela pesamos 250 gramos y lo echamos en una olla al fuego, dónde añadiremos la infusión de diente de león. Yo le quería añadir menos cantidad de panela, pero luego me acordé de lo amargo que es el diente de león y se lo añadi después jajaja (menos mal que lo hice).
Lo mezclamos y llevamos a ebullición. Podemos añadirle algún ingrediente como unos clavos de olor en mi caso, pero también podéis añadirle canela en rama, limón o naranja. Parte del agua se irá evaporando y el resto empezará a caramelizarse. Una vez caramelizado lo apartamos el fuego y lo almacenamos en un bote limpio y esterilizado. Cuando enfríe, se espesará más.
Cerrado con su tapa y almacenado en la nevera, nos puede durar más de una semana. Pero siempre revisarlo por si se ha alterado la composición.
Pues nada espero que os guste la receta, muy sencilla y que podáis disfrutar de esta miel o jarabe de diente de león.
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