Celia Fernández | 25 Marzo 2024
En la búsqueda de alternativas más naturales y amigables con nuestra piel, la elaboración de productos caseros se ha convertido en una tendencia. Uno de los productos que podemos crear en casa es el jabón íntimo. Este jabón está diseñado específicamente para cuidar nuestra zona más delicada de manera suave y efectiva. ¡Y es super fácil de elaborar y en frío!
En esta entrada, aprenderemos a combinar ingredientes naturales para crear un jabón que no solo limpia, sino que también protege, calma y mantiene el equilibrio natural de la piel. Y lo más importante respeta el pH natural de esta zona sin alterarlo.
Puede ser que quieres empezar a usar un jabón específico para esta zona, que aunque no tengamos ningun problema, nuestro organismo nos lo agradecerá. O también puede que seas propensa a tener infecciones, picores o inflamación. En este caso, usálo diariamente para notar una mejoría. Sea como sea, este jabón íntimo te vendrá a la perfección.
Pero si eres propensa a tener malestar en esta zona, quédate hasta el final porque además de aprender a elaborar este jabón, repasaremos los hábitos que nos ayudarán a mejorarlo.
Así que, ¡vamos a sumergirnos en la receta y descubrir cómo hacer nuestro propio jabón íntimo en casa!
Cómo nuestro jabón va a ser calmante empezamos por sustituir la parte de agua destilada, por un hidrolato. Aunque puedes escoger otro como hidrolato de rosas o de lavanda. Yo escogí el de caléndula por que tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, además de antibacterianas. Su poder regenerador ayuda a cicatrizar pequeñas heridas y tonifica.
Si no tienes hidrolato puedes usar una infusión, pero siempre sé consciente que las infusiones pueden alterar el producto antes de tiempo en cuánto a conservación, o por lo menos antes que un hidrolato.
En este hidrolato vamos a disolver una parte de glicerina vegetal que va a hidratar y suavizar el jabón y también en nuestra piel al aplicarlo.
En este punto te cuento otra variación que puedes hacer si quieres tu jabón con una textura más de gel. Para ello simplemente usa una goma natural como goma xantana o goma guar, por ejemplo. En el caso de la goma, en un 1% del total del jabón, la disolveríamos en la glicerina y lo dejaríamos reposar para añadir a la mezcla final antes de ajustar el pH.
Yo no he usado goma en esta receta por que para la zona íntima me parece que es mejor que sea más fluido para enjuagar después, pero puedes personalizarlo a tu gusto.
¡Amamos el aloe vera! Y como siempre digo es mejor extraerlo nosotros mismo de la planta que comprar un gel de aloe vera con conservantes tóxicos o derivados del petróleo. Aunque encontré uno que es el más natural que he podido encontrar hasta la fecha, te dejo el enlace aquí. Y si quieres aprender a preparar gel de aloe vera, también tienes un vídeo aquí.
Yo usé un gel de aloe que tenía guardado de hace un tiempo, y aunque puede estar un poco amarillento, ya sea por su propia oxidación o la de la vitamina c que lleva, no olía mal ni parecía estar alterado. Quizás al abrir el bote y entrar oxígeno se a propiciado que cambie un poco de color. Por otro lado, este gel tiene ya más de tres meses y en mi opinión sería lo máximo que lo conservariamos. Pero, lo probé en una zona del brazo y hacía su función perfectamente, por eso acabé utilizándolo.
En cuánto a las propiedades del gel de aloe, ya sabemos que es un gran aliado de la piel. Calma, protege, regenera, desinfecta, y por supuesto, hidrata.
Este extraco es genial para cualquier producto para piel sensible o zonas delicadas. Por eso lo inlcuimos en nuestro jabón íntimo.
Este extracto tiene propiedades resfrescantes, antioxidantes y tonificantes. Hidrata, calma y ayuda reducir al irritación.
Con este extracto de pepino ya hemos elaborado un limpiador facial de avena y pepino para pieles sensibles, te dejo el enlace aquí.
Este aceite es rico en ácidos grasos y es un gran regenerador de la piel. Es cicatrizante, antiinflamatorio y estimula la producción de colágeno. En este aceite también vamos a añadir un poco de aceite de germen de trigo que es rico en antioxidantes, para evitar que se oxide. Si no tienes, puedes incorporar una gotita de vitamina E.
Tenemos otras recetas con este aceite tan maravilloso, si te interesa te las dejo por aquí.
Tiene propiedades antimicrobianas y aromáticas. Si queremos potenciar estas propiedades antibacterianas, quizás podríamos combinarlo con aceite esencial de árbol del té, o sustituirlo.
Pero también es una zona delicada por lo que no agregaremos mucha proporción de aceite esenciales, o si lo prefieres incluso evitarlos si crees que tienes mucha sensibilidad. Esto es algo muy personal. Pero, si quieres evitar totalmente los aceites esenciales pero quieres ver propiedades antibacterianas, puedes agregar aceite de coco en vez del aceite de rosa mosqueta o combinarlos. Como sabemos el aceite de coco es antibacteriano y antiséptico.
Si en cambio, quieres unas propiedades más refrescantes puedes usar aceite esencial de menta o eucalipto.
Tenemos que darle a nuestro jabón ese poder limpiador y espumante, y lo vamos a conseguir con los tensioactivos líquidos derivados de materias primas naturales.
Siempre uso el decyl glucodise y el coco betaine, ya que me parecen los más inocuos y más aptos para pieles sensibles. Pero puedes escoger el que tú quieras. Lo único importante es no usar betaina en vez de betaina de coco, ya que la betaina sola es sintética.
El ácido láctico es un componente natural que se encuentra en la vagina. Ayuda a mantener el pH vaginal en niveles óptimos, alrededor de 4-5, lo que es esencial para prevenir infecciones y mantener un ambiente saludable.
Entonces al agregarlo a nuestro jabón íntimo, propiciamos la salud vaginal, pero además regulamos el pH del producto para que sea adecuado para esta zona. ¡Dos en uno!
Y por último el conservante, que es muy importante para la conservación del producto. Sobre todo cuando la mayor parte es fase acuosa. Yo usé sharomix 705, ya actúa en un pH inferior a 5,5. Puedes usar el conservante hidrosoluble natural que prefieras siempre que acúe en el rango de pH 4-5 de nuestro jabón. Y la conservación, además de si lo hacemos todo correctamente durante la elaboración y el envasado, dependerá del conservante. Pero, aproxímadamente será de unos 3 o 4 meses.
Primero empezamos añadiendo la cantidad de hidrolato que es nuestra base. En esta base disolvemos la glicerina, como mencionamos antes. Y en el hidrolato y la glicerina mezclaremos el gel de aloe vera.
Una vez mezclado todo homogéneamente, añadimos el extracto de pepino que también es con base acuosa.
Ahora vamos con los aceites. Añadimos el aceite de rosa mosqueta y en el disolvemos el aceite esencial. Luego incorporamos en la mezcla anterior. Aunque es obvio que los aceites no se mezclarán con la fase acuosa todavía.
Para proceder a la mezcla de aceites y agua, agregaremos los tensioactivos líquidos y mezclamos suavemente.
Ajustar pH con ácido láctico entre 4-5. Cuando lo tengamos ajustado, añadimos el conservante hidrosoluble y listo. Solo nos queda envasar.
En cuánto al jabón y los aceites esenciales, como hemos mencionado si crees que puedes tener sensibilidad, haz una prueba primero en el brazo.
Evitar ropa humeda en esa zona. Como puede ser el bañador en verano.
Evitar productos con químicos o perfumes en esa zona.
Usa productos con pH adecuado.
Evitar exceso de higiene.
No abusar de antibióticos que pueden alterar nuestra flora vaginal, y en este caso tomar probióticos después.
Y con esto terminamos, aquí te dejo las cantidades en la receta. Recuerda que este jabón es libre de químicos y está diseñado para cuidar tu zona íntima de manera natural. ¡Espero que disfrutes de los beneficios de tu propio jabón casero! Y si no lo elaboras, es importante elegir un jabón íntimo adecuado con el pH correcto para cuidar bien de esta área sensible y si solo tiene ingredientes naturales mejor.
