Celia Fernández | 29 Agosto 2024
El hamamelis, conocido científicamente como Hamamelis virginiana, es una planta perteneciente a la familia de las hamamelidáceas. Originaria de América del Norte, esta planta ha sido valorada durante siglos por sus propiedades medicinales y cosméticas. Una anécdota interesante es que los nativos americanos utilizaban las ramas de hamamelis para fabricar arcos debido a su flexibilidad y resistencia.
El hamamelis también se conoce como avellano o avellano de bruja. En invierno este pequeño árbol produce unas flores muy peculiares y su fruto tiene un método de dispersión de las semillas muy característico. Cuando se secan lo suficiente la presión hace que salgan las semillas disparadas.
Hay distintas entradas en las que hemos usado hamamelis.
-Para hacer un hidrolato casero con una olla.
-Como base para elaborar un repelente casero de mosquitos.
-Para elaborar geles de plantas para poder usar sus propiedades de forma externa.
-Y para hacer bombas de baño caseras.
El hamamelis contiene una serie de componentes bioquímicos que le otorgan sus propiedades beneficiosas. Entre ellos se encuentran:
Taninos.
Flavonoides.
Principios amargos.
Componentes que forman el aceite esencial en las hojas, con efectos antimicrobianos y calmantes.
Ácidos fenólicos.
Gracias a estos componentes, el hamamelis ofrece diversas propiedades beneficiosas para la salud:
Astringente
Antiinflamatorio
Antioxidante
Antimicrobiano: Combate infecciones bacterianas y fúngicas.
Las partes más utilizadas del hamamelis son sus hojas, corteza y ramas. Se suelen dejar secar para su uso. Las hojas se recogen en verano y la corteza en otoño. Y estas partes se pueden encontrar en diferentes formatos, como:
El hamamelis se utiliza internamente para tratar diversas afecciones, tales como:
-Problemas digestivos: Alivia la inflamación del tracto gastrointestinal.
-Hemorragias internas o menstruación abundante: Ayuda a reducir el sangrado debido a sus propiedades astringentes.
Para uso externo, el hamamelis es ampliamente utilizado en el cuidado de la piel y para tratar:
-Acné: Reduce la inflamación, el enrojecimiento y ayuda a cerrar los poros.
-Hemorroides y varices: Alivia el dolor y la inflamación.
-Moretones y heridas: Promueve la cicatrización y reduce la inflamación.
-Irritaciones cutáneas: Calma la piel y reduce el enrojecimiento.
-Ojos inflamados. Se puede aplicar sobre la piel de los párpados o como colirio.
-Protege la piel contra el daño de los radicales libres gracias a sus propiedades antioxidantes.
Desde la antigüedad se ha usado el cocimiento de hamamelis en cataplasma para problemas inflamatorios.
El hamamelis puede ser confundido con otras especies de la misma familia, como el Hamamelis japonica, que también posee propiedades medicinales similares. Sin embargo, es importante no confundirlo con plantas tóxicas como el Rhus toxicodendron (hiedra venenosa), cuyas hojas pueden parecer similares pero son altamente irritantes para la piel.
La especie Corylus avellana es el avellano común o europeo, del que si consumimos sus frutos, las avellanas. El avellano común también tiene propiedades astringentes.
Aunque el hamamelis es generalmente seguro, es importante tener en cuenta algunas advertencias: