Celia Fernández | 6 Junio 2023
El ginkgo biloba, también conocido como el árbol de los cuarenta escudos, debido al altísimo precio que en la antigüedad se pagó por él. Aunque también se le ha dado otros nombres como el nogal de Japón, árbol de vida o árbol de los templos.
Esta especie de árbol, que puede llegar a medir 30 metros, ha sobrevivido desde hace 290 millones de años. Es un verdadero fósil viviente, y su presencia en el registro fósil lo convierte en un testigo de la historia de nuestro planeta. Tiene su origen en China, y se cree que gracias a ser considerado allí un árbol sagrado podemos seguir admirándolo hoy en día. Su nombre científico es Ginkgo biloba y pertenece a la familia ginkgoáceas. Decimos que es un fósil viviente ya que es la única especie que existe actualmente dentro de esta familia.
La variedad de compuestos bioactivos que tiene contribuye a sus propiedades medicinales.
Presenta terpenos y gran cantidad de flavonoides potentes como la quercetina.
También unos compuestos que se encuentran exclusivamente en el ginkgo biloba, los ginkgólidos y los bilobálidos.
Pero también tiene lípidos, vitaminas o aceite esencial.
Estos compuestos específicos que hemos mencionado le confieren propiedades neuroprotectoras y que ayudan la circulación cerebral. Esto aporta mayor oxígeno al cerebro, lo que mejora las funciones cerebrales como la memoria, la resolución de problemas o la creatividad.
Además mejora la circulación de forma general en el organismo. Aumenta el flujo sanguíneo al sistema nervioso central. Tiene un efecto tónico y vasoconstrictor, lo que estimula la circulación.
Los flavonoides que presenta son potentes antioxidantes que también protegen a las células frente a los radicales libres.
Antiinflamatorio y antiespasmódico.
Contra asma y alergias.
La parte que se usa son sus hojas en forma de abanico. Que se recogen entre la primavera y el verano, para dejarlas secar. En otoño se vuelven de un tono dorado y también se pueden recoger, además del fruto.
Internamente podemos tomar infusiones que dejaremos reposar. O cápsulas con la planta concentrada. Pero también un extracto líquido que podamos añadir en una bebida o vaso de agua, como una tintura, por ejemplo.
Dicen que la longevidad de este árbol es un símil del empujón que nos puede aportar en una edad avanzada. Ya sabemos que un gran efecto antioxidante nos ayuda a retardar el envejecimiento.
Esta acción del ginkgo de mejorar la función cognitiva es ampliamente conocida. Por ello esta planta es muy usada en periodos de exámenes o acontecimientos en los que queremos tener la mente ágil. Pero además puede ser útil en personas que tengan algún tipo de deterioro cognitivo o demencia.
También al promover la circulación cerebral, disminuye la probabilidad de padecer zumbidos, tinnitus, vértigo, mareos o trastornos del sueño.
Su propiedad de promover la dilatación de los vasos sanguíneos mejora la circulación y puede venir genial en los casos de enfermedades cardiovasculares, insuficiencia venosa, mala circulación o simplemente en unas piernas cansadas o tobillos hinchados.
Por esta acción también puede aliviar la arteriosclerosis.
El cocimiento de las semillas se ha empleado en la medicina tradicional china para mejorar afecciones urinarias y respiratorias. Pero siempre a las semillas se le extraía primero la capa protectora. El extracto líquido de las hojas también se usaba para el asma.
Las hojas trituradas se han aplicado tópicamente para tratar heridas y afecciones de la piel. Puede ser en forma de cataplasma pero también la infusión concentrada en compresas o incluso algún tipo de ungüento que lleve extracto de ginkgo.
Y para promover la circulación de extremidades inferiores siempre es bueno usarla externamente. Incluso en varices. En estos casos podemos usar gingko junto con hamamelis, una combinación perfecta. Y para potenciar los efectos podemos combinar el uso interno del ginkgo con aplicaciones externas. También se podrían hacer aplicaciones externas de tintura de ginkgo concentrada.
Otra opción sería hacer pediluvios o baños de los pies o parte inferior de la pierna con una infusión concentrada y fría. También en casos de hemorroides se harían baños de asiento.
No se recomienda su uso en mujeres embarazadas o lactantes, ni en niños pequeños. Aunque es raro, el ginkgo puede causar reacciones alérgicas en algunas personas. Consulta a un profesional o evita usar ginkgo si estás tomando anticoagulantes (incluido la aspirina), medicamentos para la epilepsia o para la diabetes. Y a pesar de poder tomar esta planta, se aconseja no pasar de dos infusiones al día o de dos o tres cápsulas al día. Su exceso puede provocar malestar estomacales, alergias o dolores de cabeza.