
Celia Fernández | 11 Enero 2023
Hoy hablamos de la suelda consuelda, o más comúnmente conocida como consuelda. Aunque también se le conoce como solda con solda, lengua de vaca o hierba de los cardenales. Es originaria de Europa, aunque actualmente crece en cualquier continente. Su nombre científico es Symphytum officinale. Pertenece a la familia de las boragináceas, así que es pariente de la borraja, que ya hemos hablado de la borraja, por cierto.
El nombre común de esta planta representa el uso que se le daba antiguamente, como para soldar huesos y cicatrizar cualquier herida.
Está compuesta por gran parte de mucílago.
La alantoína nos suena de que es un componente del aloe vera. Vemos como al repetir componentes de plantas, nos empiezan a sonar y también se repiten las propiedades. Es decir, el aloe al igual que la consuelda, tienen propiedades regeneradoras y cicatrizantes, ya que la alantoína actúa reparando los tejidos.
Contiene ácido rosmarínico entre otros ácidos fenólicos, también presente en el romero, la salvia o muchas otras plantas.
También contiene alcaloides pirrolizidínicos en pequeña proporción que pueden producir toxicidad en el hígado. Por lo que la tenemos que usar con cuidado.
Además de gomas, resinas, taninos, triterpenos, colina o asparagina.
Como ya hemos dicho, su principal propiedad y la más característica es la de ayudar a sanar y cicatrizar heridas e incluso fracturas de huesos. Estimula la formación de nuevas células en los tejidos.
También tiene propiedades emolientes, ya que contiene gran cantidad de mucílago.
Por otro lado, es antiinflamatorio gracias al ácido rosmarínico.
Astringente, antifúngico y antibacteriano.
Pero también puede ser hepatotóxico y producir cáncer de hígado a largo plazo.
Se puede usar tanto las hojas como las flores, que se pueden recoger durante el verano. En estas partes se concentra los ácidos fenólicos y taninos, y sus propiedades antiinflamatorias.
Y en otoño podemos recoger la raíz. En la raíz se concentra mayor cantidad de alcaloides y alantoína. Con alguna de estas partes podemos hacer tinturas, extractos o cremas.
Se ha usado para infecciones respiratorias, diarrea, llagas o úlceras estomacales.
Pero, generalmente deberíamos únicamente usarla de forma externa debido a la presencia de alcaloides tóxicos.
La planta fresca o compresas con la infusión de consuelda ayuda a mejorar torceduras, esguinces o fracturas. Y propicia la reparación de huesos y ligamentos. En forma de compresa también podemos aplicarlas en cicatrices, llagas o pezones agrietados. Mejor infusionar y no cocer la planta, aunque sea la raíz, para no descomponer el mucílago y los taninos. O incluso macerar la planta en agua fría simplemente. Para estos casos siempre es mejor la raíz.
Al ser un gran cicatrizante, un dato importante es aplicarlo en las heridas totalmente limpias, para evitar que se infecten internamente una vez cicatrice. Podemos realizar ungüentos para estos fines, así como para arañazos. Pero no es lo ideal usarla directamente en heridas abiertas.
Gracias a la alantoína calma y disminuye la irritación en la piel. Para casos de eczemas o psoriasis. En caso de acné podemos usar la tintura de la raíz.
Al tener las hojas, mayor poder antiinflamatorio, podemos usarlas para hacer cremas para esguinces o lesiones. O simplemente macerarlas en aceite para masaje que podemos usar en dolores en articulaciones o hematomas.
En baños de asiento para las hemorroides.
Externamente también podemos usarla para eliminar cicatrices y marcas, por ello en cosmética nos puede dar unas propiedades muy interesantes en cremas o lociones regeneradoras y rejuvenecedoras.
Además de todas estas propiedades de uso externo, también la consuelda la podemos usar en el huerto.
Regula el pH del suelo y como fertilizante por su aporte en nitrógeno.
Symphytum uplandicum (Consuelda rusa) y Symphytum asperum (Consuelda espinosa), se pueden equivocar con la consuelda normal, y además contienen más alcaloides tóxicos.
La presencia de los alcaloides pirrolizidínicos puede hacerla tóxica, sobre todo si se aíslan estos alcaloides, lógicamente. Y con el conjunto de los demás componentes de la planta, disminuye su toxicidad, pero donde se encuentra en mayor contenido es en la raíz. Por lo que se debe evitar consumir internamente la raíz. En las hojas las proporciones son mínimas, pero también se recomienda su uso externo solamente. Estos alcaloides son hepatotóxicos.
Y como hemos mencionado incluso en heridas abiertas, es mejor no usarla directamente para evitar absorber los alcaloides. Lo mejor es usar extractos en los que se hallan extraído los alcaloides.
Y obviamente evitarla en embarazadas, en período de lactancia o niños.