
Celia Fernández | 13 Julio 2023
Debe su nombre a la forma en corazón de las cápsulas de sus semillas. Nativo de Asia y Europa. Pertenece a la familia de las crucíferas. Es anual o bienal.
Lo más destacado es su función hemostática o antihemorrágica.
Astringente y antiinflamatoria.
Baja la fiebre.
Antiséptica.
Tónico del útero.
Balsámico y cicatrizante.
La diosmina es una flavona que mejora la resistencia de los capilares sanguíneos.
Y la tiramina es un aminoácido que regula la presión arterial.
Se puede recoger en cualquier época las flores, las hojas y/o los tallos. Se puede tomar el jugo o hacer infusiones con sus hojas y flores frescas o secas, en caso de ser frescas usar el doble de cantidad. Para los tallos se emplea la decocción. También se puede tomar en extracto hidroalcohólico.
Contra la tensión baja.
En hemorragias de cualquier tipo para detenerlas o prevenirlas, si son hemorragias urgentes aplicar el jugo externamente y aumentar el número de tazas de infusiones por día.
Al ser astringente está indicado para la diarrea y la gastroenteritis.
Poder antiséptico en caso de cistitis.
También en casos de menstruación muy abundante o hemorragias no relacionadas con la menstruación, produce la contracción del útero deteniendo la hemorragia.
En general viene muy bien durante todo el ciclo menstrual porque ayuda a regularlo, y después de él durante la menopausia mejora el estado.
El jugo directamente en las heridas ayuda a la cicatrización.
En trastornos circulatorios también es efectiva. Para hemorroides o varices.
Se usa en llagas, hematomas, quemaduras o heridas.
Las embarazadas deben evitar tomarla, puede provocar el parto, y también durante la lactancia. Tener precaución en su consumo en caso de hipertensión, consumo de medicamentos antidepresivos (inhibidores de la monoaminooxidasa), anticoagulantes o para la tiroides. Y en grandes cantidades puede producir somnolencia.