Celia Fernández | 26 Octubre 2023
Ya sea por que no encuentras aceite de coco por ningún lado, por que es muy caro, por que no encuentras una marca que sea todo lo natural que tu quieres o por que te encanta obtener las cosas por tí misma como yo. Sea por lo que sea, hoy vamos a hacerlo en casa.
¿Quieres obtener aceite de coco puro y casero? Solo necesitas cocos y un poco de tiempo y paciencia, además no solo podemos obtener aceite sino un sinfín de cosas derivadas del coco. Por ejemplo, podemos obtener agua de coco, leche de coco, pulpa o harina de coco e incluso un cuenco monísimo. Y obviamente el coco en sí que está buenísimo.
En cuanto al aceite es cierto que obtendremos poca cantidad, pero al final como todo lo bueno se obtiene en pequeña cantidad. Y sus propiedades son geniales, internamente ayuda a acelerar el metabolismo y mejora la función inmune. Externamente hidrata en profundidad y regenera.
Vamos a ver todo lo que podemos obtener del coco:
Es lo más fácil de obtener ya que solo tendremos que hacer un agujero en uno de los ojos del coco para permitir su salida por el orificio. Bueno y moverlo un poco para que salga. Una vez obtenida toda el agua, la filtramos y podemos enfriarla. Está buenísima se nota la diferencia con el agua de coco embotellada.
Este agua de coco es super hidratante, repone electrolitos, con una gran cantidad de vitaminas y refuerza el sistema inmunológico. Aunque recordar que tampoco es bueno consumir mucha cantidad al día, tres vasos como máximo.
Ahora toca abrir los cocos puede ser una tarea fácil o se puede complicar. Yo con algunos cocos me fue genial pero con otro tuve que ensañarme con él, jajaja. Lo mejor es coger un destornillador plano o un cuchillo y un martillo. Al darle golpes secos, se tendría que empezar a abrir. Una vez abiertos, tenemos que sacar la carne del coco, incluimos esa piel marroncita pegada, aunque hay gente que la quita. Luego cortamos todo el coco en pedacitos y lo llevamos a la licuadora. Yo para un coco y medio, añadí 1/2 litro de agua un poco caliente. Y trituramos a alta potencia.
Luego tenemos que colar el preparado con una gasa o tela que filtre, para retirar la pulpa del coco triturada. Vamos exprimiendo la pulpa para extraer todo el líquido.
Con esto tendríamos ya nuestra leche de coco, ideal para cocinar, para postres, smoothie, …
Al final la leche de coco comparte propiedades con el agua de coco y destaca el ser antiinflamatoria y antioxidante.
Yo lo que hice fue separar una parte de leche de coco, para aprovecharla y el resto la seguiremos usando para nuestra elaboración.
Tenemos por un lado la pulpa triturada, y por otro la leche de coco.
Esta pulpa que hemos exprimido la podemos calentar en una olla y va a terminar de evaporar los restos de agua. Luego la volvemos a exprimir y ya obtendríamos una parte de aceite de coco, aunque no mucha.
De nuevo la pulpa podemos aprovecharla tanto para postres o cualquier desayuno con avena, como para deshidratarla y triturarla un poco más para usarla como harina de coco, muy baja en carbohidratos comparado con otras harinas. De hecho con esta harina de coco mi madre hizo un pan de coco con una pinta buenísima. También podríamos deshidratarlo un poco más y se conservaría por mucho más tiempo.
¡Por fín vamos a por el aceite! Tenemos la leche de coco, tendríamos que dejarla en un recipiente sin moverse hasta que esté a temperatura ambiente. Luego podemos meterlo en la nevera para propiciar la solidificación de la manteca de coco en la parte de arriba. Ya que esta leche se separaría en dos capas según la densidad. En este paso yo lo deje 24 horas reposando, pero os aconsejo que lo dejéis más tiempo, para que solidifique mejor la capa de arriba. Así se podrá retirar mejor sin que se vuelvan a mezclar las dos capas.
Una vez que retiremos la capa blanca de arriba sin el agua, en otro recipiente, solo nos queda el último paso. Separar el aceite de las proteínas. Esto lo vamos a hacer llevando esta capa blanca al fuego hasta que “cuajen” las proteínas y otros residuos, y se separen del aceite. Después tendremos que volver a colarlo con una tela, para quedarnos solo con el aceite.
Y con esto tenemos todo lo que he sacado del coco. También os recuerdo que la cáscara del coco, si conseguimos sacarlo sin romperla, tendremos unos cuencos muy chulos. Y si las rompemos no os preocupéis podemos rallarla o sacarle la fibra y obtener fibra de coco ideal para enriquecer la tierra del huerto.
Increíble la de cosas que podemos obtener de un coco y medio, ¿Y tú que más puedes sacar del coco? ¡Cuéntamelo en los comentarios!