Celia Fernández | 15 Enero 2024
¡Hola gente! Espero que estéis genial. Hoy tenemos una receta demasiado fácil de elaborar, asi que no hay excusas. Y os voy a dar consejos sobre que otros tipos de aceites podéis usar. Además de fácil se hace super rápido, contando con unos cuantos aceites vegetales.
Primero vamos a ver que nos aporta en general este aceite capilar y cómo lo vamos a usar.
El aceite capilar está pensado para mejorar el estado del cabello seco y encrespado. Lo nutrimos y le damos mayor brillo y suavidad. El conjunto de los aceites vegetales nos van a aportar todas estas propiedades.
¿Cómo lo podemos usar?
Pues podemos aplicar unas gotas en el cabello de medios a puntas, tras el lavado. Pero en el pelo seco también podemos usarlo de la misma forma para disminuir el encrespamiento o para definir e hidratar rizos.
Y ocasionalmente como tratamiento más intensivo, podemos aprovecharlo aplicándolo desde la raíz hasta las puntas. Y dejarlo actuar el tiempo que queramos según la nutrición que busquemos, luego nos lavamos el pelo como de costumbre.
Podéis variar las cantidades de aceites o quitar o añadir alguno. Al final es personalizado, eso sí, que el mayor contenido sea de aceites ligeros.
Es el mejor aceite base para nuestro aceite capilar. Pero en su defecto, podemos usar aceite de almendras dulces, de girasol o de jojoba por ejemplo. Lo ideal es un aceite ligero.
En el caso del aceite de coco aporta brillo y disminuye el encrespamiento. Y además lo nutre.
Este aceite nos quita la sensación de cabello seco, aportando muchos nutrientes y vitaminas, disminuyendo las puntas abiertas y mejorando la suavidad.
Podemos sustitutirlo por aceite de babasú, de amla, e incluso de ricino o de oliva. En el caso del de ricino y el aceite de oliva, añadiríamos menor cantidad para evitar que el pelo quede muy graso.
Repara y fortalece el cabello, evitando que se rompa y mejorando también las puntas abiertas.
Si no tenemos podemos hacerlo ya que tenemos un post de como hacerlo en caliente, te lo dejo por aquí.
Si no tenemos podemos obviarlo o por ejemplo usar un aceite de aguacate que también veine genial en el cabello.
Fortalece y suaviza el cabello. Con grandes propiedades antioxidantes y ácidos grasos esenciales. Lo añadimos en poca proporción para evitar una sensación grasa en el pelo.
Otro aceite interesante podría ser el aceite de higo chumbo, que ya lo usamos en esta receta de champú de hibisco.
Lo añadimos por sus propiedades antioxidantes, aporta brillo y acondiciona el cabello disminuyendo el frizz o encrespamiento. También nos ayuda a prevenir la oxidación o enranciamiento de los demás aceites.
En su defecto, podemos usar otro aceite rico en antioxidantes como el germen de arroz. O usar directamente unas gotas de vitamina E.
Es opcional, ya que puedes no añadirlo, pero además de aportar aroma tiene propiedades.
En mi caso, usé el de romero. Que aunque es más interesante para cuando lo usamos en el cuero cabelludo, pero en el resto del cabello también hace que sea menos graso.
Cómo hemos dicho la elaboración es tan fácil que solo consta de una fase. Por cierto, antes de nada, siempre pulveriza alcohol sobre los materiales y utensilios que vayas a utilizar para asegurarnos un espacio de trabajo más limpio y evitar que se estropeen nuestros preparados.
Pesa todos los aceites que vamos a usar y mézclalos en un recipiente. Luego añade unas gotas del aceite esencial, vuelve a mezclar. Y envasa en un recipiente con cuentagotas.
Mueve el bote cada vez que lo uses para asegurar que están todos los aceites integrados, y listo para tu cabello. Te dejo aquí las cantidades que usé para mi aceite capilar para una botella de 30 mililitros. ¡Espero que lo disfrutes y nos vemos en la próxima!
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