
Celia Fernández | 2 Marzo 2023
Lo creas o no recolectar flores y plantas es un arte y toda una terapia. Sobre todo cuando son los frutos de nuestros cultivos a los que tanto hemos cuidado. Nadie conoce verdaderamente el dicho de “recoges lo que siembras” hasta que literalmente siembres, y obtienes los maravillosos beneficios de las plantas.
Cuando realmente nos detenemos a admirar la bella estampa de un jardín, una huerta o naturalmente un prado o un bosque, podemos apreciar la magia que esconde.
Cómo la energía interna ha conseguido vencer la cáscara de la semilla que la había retenido. Y posteriormente ha llegado a ser la planta de la que hoy recolectamos sus frutos, sus hojas, sus flores o sus semillas.
Pero entrando ya en el tema de la recolección, hay cositas que hay que tener en cuenta. Vamos a conocer unos consejitos previos a la recolección de plantas.
Primero podemos recolectar nuestras propias plantas o ir a la naturaleza en busca de ellas.
Si tenemos la posibilidad de plantar nuestras propias plantas medicinales mejor que mejor. Nos aseguramos al cien por cien de que están cultivadas con amor y naturalmente sin químicos ni pesticidas. Lo ideal sería conocer la procedencia de la semilla y que no provenga de cultivos transgénicos. O alguien que lleve años plantando la misma variedad y nos pueda dar semillas. Pero si no hay otras opciones, podemos buscar bancos de semillas no transgénicas.
En este punto es importante entender cómo hay que incentivar los cultivos no transgénicos. Evitando la monopolización de unas empresas que controlan y están expandiendo los cultivos transgénicos por el mundo. Además estos cultivos suelen acabar con variedades de semillas con una genética natural. Esto nos hace dependientes de sus cultivos y no nos permite llevar una vida tan saludable, debido a los efectos que nos pueden acarrear esas modificaciones genéticas que desconocemos. Contando además, los intereses escondidos detrás de estas empresas como puede ser “Monsanto” que controla el 90% de los cultivos transgénicos del mundo. Cuyo propietario principal es “Bayer”. Sí, la empresa farmacéutica. Qué casualidad que quién nos envenena a base de químicos y medicamentos, también quiero hacerlo a través de los cultivos y la alimentación.
Volviendo al tema de tener nuestras plantas, en caso de no tener jardín podemos aprovechar pequeños espacios para inundarlos de macetas con tamaños adecuados según el espacio. Puede ser un rincón de la cocina, una ventana amplia o un pequeño balcón. Donde más nos guste. También existen huertos comunitarios en los que puedes solicitar una parte del terreno o colaborar con los huertos ya existentes.
Los compuestos que nos interesan de una planta, están en mayor proporción en determinados periodos. Por ello cada planta o cada parte de la planta, tiene un tiempo para su recolección. En este tiempo aprovecharemos mejor sus principios.