
Celia Fernández | 10 Noviembre 2025
Su nombre científico es Mentha piperita. Y surgió de la hibridación de la menta de agua (M. aquatica) y la hierbabuena (M. spicata). Otros nombres comunes: Hierbabuena, menta verde, menta negra, yerba buena, peppermint o spearmint (inglés). Pertenece a la familia de las Lamiáceas, como el romero, la salvia o la albahaca. Tiene su origen en Eurasia, especialmente la cuenca mediterránea y Asia occidental. Y en cuanto a su distribución actual, ahora es cultivada en todo el mundo, desde América hasta Oceanía, tanto en huertos como en cultivos industriales.
Mentol: Refrescante, analgésico, antiespasmódico y antiséptico
Mentona: Estimulante, descongestionante
Cineol: Expectorante, antiinflamatorio
Limoneno: Antioxidante, digestivo
Flavonoides: Antioxidantes, protectores vasculares
Taninos: Astringentes, cicatrizantes
Ácido rosmarínico: Antiinflamatorio, antiviral
Mejora la digestión, aliviando gases, cólicos y náuseas.
Estimula el apetito en casos de anorexia nerviosa.
Alivia cefaleas leves gracias a su efecto vasodilatador.
Despeja las vías respiratorias en resfriados y sinusitis.
Reduce el estrés y mejora la concentración.
Calma picaduras de insectos y quemaduras leves.
Alivia dolores musculares y articulares, así como espasmos musculares.
Refresca la piel en cremas y geles
Descongestiona las vías nasales en inhalaciones
Se utilizan principalmente las hojas frescas o secas, recolectadas justo antes de la floración (finales de primavera o verano). Las partes activas se concentran en los tricomas glandulares de las hojas. Puedes usar la menta en múltiples formatos: Infusiones y tisanas, extractos líquidos o tinturas, aceite esencial (tras la destilación de sus hojas y tallos), cápsulas o comprimidos, cremas, geles y ungüentos. También para enjuagues bucales y pastas dentales.
Para la digestión podemos tomar una infusión de hojas secas tras las comidas. Ya que aumenta las secreciones digestivas, la secreción de bilis y relaja los musculos intestinales. También relaja el colon irritado.
Para las náuseas, la tintura diluida en agua antes de viajar, por ejemplo. En resfriados y congestión nasal, podemos hacer inhalaciones con hojas frescas en agua caliente o aceite esencial. Para el estrés, una infusión combinada con melisa o lavanda. Para el mal aliento, un enjuague bucal casero con hidrolato o infusión concentrada.
Para el dolor muscular, un masaje con aceite esencial diluido en aceite base o ungüento. Alivia el dolor y la sensibilidad. En picaduras, usar compresas frías con infusión de menta. Piel irritada, gel con extracto de menta y aloe vera.
El género Mentha incluye más de 15 especies y numerosos híbridos. Algunas de las más conocidas:
-Mentha piperita (menta negra): rica en mentol, sabor intenso.
-Mentha spicata (hierbabuena): sabor más suave, menos mentol.
-Mentha suaveolens (menta blanca): aroma dulce, menos común.
-Mentha aquatica: crece en zonas húmedas, base de híbridos
Confusiones comunes:
-Melissa officinalis (toronjil): aroma similar, pero efectos distintos, ya la hemos visto en el mes anterior.
-Mentha pulegium (poleo): puede ser tóxica en dosis altas.
Aunque es natural, la menta no es inocua. -El exceso de mentol: puede causar irritación gástrica, insomnio o taquicardia. -Embarazo y lactancia: evitar el aceite esencial; puede afectar al bebé. -Niños menores de 6 años: el mentol puede provocar espasmos respiratorios. -Enfermedades hepáticas o renales: consultar antes de usar extractos concentrados. -Interacciones con medicamentos: Con los antiácidos, puede reducir su eficacia. Con anticoagulantes puede potenciar su efecto. Con medicación para hipertensión puede interferir con la absorción del medicamento. El aceite esencial debe usarse siempre diluido en un 0,5 o 1% máximo. Y para uso interno, mejor optar por infusiones o extractos.