¿Por qué se permiten los tóxicos en Cosmética?

Celia Fernández | 13 Marzo 2023

TÓXICOS EN LA COSMÉTICA COMERCIAL

Cómo hemos visto en publicaciones anteriores, los cosméticos comerciales están repletos de ingredientes sintéticos para estabilizar y mejorar parámetros del cosmético. Lo que supone que se den efectos adversos en nuestro organismo, por lo que lo más sensato sería evitarlos. Pero una vez comprendido todo esto se nos viene una pregunta a la cabeza:

¿CÓMO ES POSIBLE QUE SE PERMITAN ESTOS COMPUESTOS?

La lógica muchas veces nos impide entender como tanto las organizaciones encargadas de aprobar o desaprobar estos productos como los fabricantes o los controles pertinentes, pueden permitir que se incluyan estos compuestos dañinos.

Pero analizando la situación, encontramos los siguientes factores:

 

  • Primero hay que entender que estas organizaciones y las industrias realmente no quieren ofrecernos productos de buena calidad, naturales y que nos aporten únicamente las propiedades que buscamos. Esto se traduce en que hay un mercado que se lucra con los efectos secundarios de estos productos, creando consumidores que sigan comprando para evitar esos efectos secundarios que, a su vez, esos productos les producen. El consumidor recurre a un nuevo producto o suma ese nuevo producto a su rutina, aumentando el consumismo en la cosmética. También encontramos que en muchos efectos secundarios se requiere el uso de algún medicamento, lo que hace que entre en juego la medicina, ese negocio tan lucrativo para las farmacéuticas. Entonces hay que tener en cuenta que las organizaciones encargadas de tomar decisiones no tienen como finalidad que la población tenga una vida natural y saludable. Van a anteponer los beneficios antes que respetar los ingredientes y el proceso de elaboración de los productos.
 
 
  • Segundo, el uso de estos compuestos químicos tiene una gran rentabilidad para la industria cosmética. Es materia prima barata, fácil de obtener, que se produce masivamente y que se usa en pequeñas cantidades. Además estas sustancias químicas le dan a los productos cosméticos aspectos llamativos y mejoran sus características organolépticas, lo que cautiva al consumidor.
 
 
  • Y por último, los compuestos dañinos que podemos encontrar en cosmética (y en más ámbitos) si estuvieran en grandes cantidades en un producto podrían producirnos un efecto negativo a corto plazo y sería demasiado obvio que ese producto no es bueno para nuestro organismo. En cambio el uso de estos compuestos está regulado para que no se sobrepase una cantidad determinada. En estas cantidades mínimas el impacto negativo siempre es a largo plazo, y suele deberse a un efecto acumulativo en el organismo. Pero no sólo usamos un único producto cosmético, y además estos compuestos se encuentran en la alimentación, los medicamentos, a nivel de industria en materiales y plásticos,… Esto implica que se acumulen gran cantidad de tóxicos en el organismo a lo largo de nuestra vida. Lo raro sería que no tuviéramos efectos secundarios. El problema de que sean negativos a largo plazo es que hace más difícil relacionar la patología que provoca con las causas, esto es una maravillosa noticia para los productores que se lavan las manos. Luego con 50 años te detectan un cáncer, sin ningún tipo de interés en estudiar las causas, y te atiborran de medicamentos y tratamientos muy agresivos para el organismo, que además tienen costes muy elevados. Y las organizaciones e industrias, tanto cosméticas como médicas, se llenan sus bolsillos.

Las grandes marcas de cosmética que usan estos compuestos defienden la idea de que aunque existe mucha controversia sobre la toxicidad de cada uno de estos compuestos (qué casualidad), nunca hay suficientes estudios que lo demuestren. Esto se debe al poco interés en que esos estudios se lleven a cabo. Volviendo a usar la lógica, con que haya un único estudio que pueda informarnos de la toxicidad de un compuesto, ¿no es conveniente que se prohíba su uso por precaución?

Lo que pretendo resaltar es que hay que ser consciente de que los intereses de la industria y el sistema en general no van en sintonía con la necesidad de una persona de llevar una vida saludable. Esa tarea la tenemos que llevar a cabo por nosotros mismos.

Pero no nos desanimemos, existe un mundo natural ahí fuera esperándonos. Lo único que no nos lo han presentado, pero ¡lo vamos a conocer por nuestros propios medios!

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