
Celia Fernández | 20 Junio 2025
Si buscas una alternativa natural y efectiva para proteger tu huerto de plagas sin recurrir a pesticidas químicos, el aceite de neem y el aceite de karanja son una excelente opción. Estos aceites vegetales tienen propiedades insecticidas y repelentes que ayudan a mantener las plantas sanas sin afectar a los insectos polinizadores ni al suelo.Y tan sencillo como mezclar los ingredientes.
Otra elaboración para el huerto que quizás te interese:
Para preparar este insecticida, puedes usar:
60% de aceite de neem
33% de aceite de karanja
5% de emulsionante
2% A.E.
El uso de aceites naturales en el huerto es una estrategia eficaz para combatir insectos dañinos sin comprometer la salud de las plantas ni el equilibrio del ecosistema. En este caso, el aceite de neem y el aceite de karanja se combinan para formar un insecticida potente y ecológico.
Aceite de neem: Este aceite extraído del árbol de neem es rico en azadiractina, un compuesto clave que altera el ciclo biológico de los insectos, dificultando su reproducción y desarrollo. Es altamente eficaz para repeler plagas como pulgones, mosca blanca, ácaros, cochinilla y orugas. Además, gracias a sus propiedades antifúngicas, es una excelente opción para prevenir enfermedades vegetales como el mildiu y el oídio.
Aceite de karanja: Contiene karanjina, un componente con potentes efectos insecticidas y antifúngicos. Su combinación con el aceite de neem potencia la acción contra diversas plagas, incluyendo trips, nematodos y araña roja, proporcionando una protección más completa para el huerto
Incorporar aceites esenciales puede potenciar la efectividad del insecticida natural, ya que muchos de ellos tienen propiedades repelentes e insecticidas. Al no ser un producto que vamos a ponernos en la piel podemos aumentar el porcentaje máximo del 1% que solemos tener en cuenta en cremas o elaboraciones cosméticas. Por ejemplo en un 2%. Algunos aceites esenciales que podrías considerar son:
Aceite esencial de citronela: Capaz de repeler mosquitos y otros insectos voladores.
Aceite esencial de eucalipto: Propiedades insecticidas y repelentes.
Aceite esencial de geranio: Eficaz contra pulgones y otros insectos.
Aceite esencial de lavanda: Propiedades insecticidas y antifúngicas.
Aceite esencial de tomillo: Efectos insecticidas y antimicrobianos.
Es opcional. Pero podemos añadir unas gotas que nos ayuden a evitar que los aceites se oxiden, lo que puede alargar la vida útil de nuestra elaboración.
El uso de emulsionantes naturales es recomendable para mejorar la mezcla con agua y garantizar una aplicación uniforme. Sin ellos, el aceite puede que no se integre tan bien con el agua y podría reducir su efectividad o que tengamos que estar mezclandolo continuamente.
Es líquido para que no tengamos que calentar la mezcla. Yo usé Lecitina fluida.
Si no tienes aceite vegetal de neem, puedes usar otro aceite base y añadirle aceite esencial de neem para obtener un insecticida natural efectivo. Lo importante es elegir un aceite base que sea compatible con la aplicación en plantas y que no afecte su absorción ni su eficacia. Algunos aceites vegetales que puedes usar como base pueden ser: el aceite de girasol, el de oliva, coco fraccionado o aceite de sésamo.
Optar por este insecticida natural tiene múltiples beneficios:
–Respeto por los insectos polinizadores: No afecta a abejas, mariposas y otros organismos beneficiosos, ya que su acción se enfoca en plagas específicas.
–Biodegradable y seguro: No deja residuos tóxicos en los frutos ni en el suelo, garantizando cultivos saludables y sostenibles.
–Prevención de resistencia en plagas: Los pesticidas sintéticos pueden generar resistencia en insectos con el tiempo, mientras que los aceites naturales mantienen su efectividad sin este inconveniente.
–No hace daño a mascotas.
Dilución: Mezclar 10 ml de la fórmula en 1 litro de agua.
Aplicación: Pulveriza sobre las hojas y tallos, evitando las horas de mayor exposición solar para optimizar la absorción y efecto del producto.
Frecuencia: Reaplica cada 7-10 días o después de lluvias abundantes para mantener su eficacia. Al ser un tratamiento natural, puede necesitar aplicaciones más frecuentes que los productos químicos convencionales.
Además de su acción insecticida, el aceite de neem aporta beneficios al suelo y puede actuar como un fertilizante natural:
Dilución: Para este uso, mezcla 5 ml en 1 litro de agua y aplícalo directamente en el sustrato.
Periodicidad: Se recomienda su aplicación cada 15 días para fortalecer la salud de las plantas y mejorar su resistencia natural frente a plagas y enfermedades.
Este tratamiento ecológico es una alternativa ideal para quienes buscan proteger su huerto de manera sostenible, sin comprometer la biodiversidad ni la calidad de sus cosechas.